Por Dinorah Delgado (Pastora General):
¿Qué es el ayuno? ¿Por qué ayunar? ¿Para qué? ¿Es el ayuno un mandamiento de Dios? ¿Estoy cometiendo pecado si no ayuno?
El ayuno no es una dieta religiosa o abstenerse de comer, no es una forma de hacer que Dios nos conteste algún capricho, no es algo para impresionar a la gente o aparentar ser el más espiritual.
El ayuno es dejar de comer con un propósito espiritual, que es mejorar y fortalecer la comunicación y relación con Dios. Es una llave a una mayor intimidad con Dios, ya que nos hace sensibles a su voz, a su presencia y a sus propósitos. Libera unción, favor y dirección de Dios. El ayuno nos permite movernos con mayor autoridad espiritual, recibir conocimiento, dirección y sabiduría del Señor, y ser libertados y sanados (Mateo 17:18-21).
El ayuno es para cada persona que desee estar más cerca de Dios, por lo tanto, debemos presentar nuestro ayuno de manera sincera, humilde y con actitud de arrepentimiento. Siempre que usted ayune necesita orar y buscar al Señor, si no lo que hace es simplemente un plan de dieta.
Aunque el ayuno no aparece como un mandamiento en la Biblia, debería ser parte de nuestro caminar cristiano, Mateo 6:16-18 dice “Cuando ustedes ayunen…”. Jesús no dijo: “si ayunas” sino que dijo “cuando ayunes…”, por lo tanto Jesús revela en su palabra que se espera de nosotros que ayunemos, sin embargo, no se ordena, eso significa que usted no comete pecado al no ayunar.
Pero nos podemos preguntar: ¿Por qué Jesús ayunó, si hubiera podido hacer todo lo que hizo sin ayunar? Por qué él sabía que el ayuno y la oración son efectivos y logran cosas que de otra manera no se logran. Su voluntad es que ayunemos.
La clave del ayuno es su tiempo de oración y su actitud de humillación. La razón del ayuno no es tener el estómago vacío; es para apartarse y entrar en la presencia de Dios en procesos profundos de oración, dónde le permitimos al Espíritu Santo trabajar en nuestras vidas y por medio de nuestras vidas.
Existen diferentes tipos de ayuno, usted decidirá el que desee realizar. Cuando se ayuna, no tiene que ser solamente de alimentos, puede ser cualquier otra cosa de importancia para usted que considere un sacrificio rendirlo a Dios.
Le invito a ayunar y orar con el propósito primordial de tener una mejor relación con nuestro Padre Celestial, a tener una sed insaciable de Su presencia en su vida, y permitirle a El que le transforme y traiga sanidad para que se cumpla Su propósito en usted, logrando vivir bajo Su voluntad y así tener una vida cristiana efectiva.
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